Determinación de Índices PMV y PPD

El bienestar de una persona en un entorno depende de una serie de factores externos. Por ejemplo, los humanos son extremadamente sensibles a la radiación térmica causada por paredes o ventanas frías. El flujo de aire en una habitación también crea molestias térmicas. El confort térmico se define principalmente por los siguientes factores: temperatura del aire interior y temperatura de radiación, velocidad del aire y humedad relativa del aire interior. A su vez, el impacto de estos factores clave que influyen en la sensación de comodidad de una persona depende de su nivel de actividad y de su vestimenta.

La norma ISO 7730 publicada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) describe métodos para estimar la sensación térmica general y el grado de incomodidad (nivel de insatisfacción térmica) de las personas expuestas a ambientes térmicos moderados. El título completo de esta norma es: ISO 7730 Ergonomía del ambiente térmico - Determinación e interpretación analítica del confort térmico mediante el cálculo de los índices PMV y PPD y criterios locales de confort térmico. Este estándar proporciona detección e interpretación analíticas del confort térmico utilizando el voto promedio previsto (PMV, voto medio previsto), la tasa estimada de insatisfacción (PPD, porcentaje previsto de insatisfechos) y el cálculo del confort térmico local. También incluye las condiciones ambientales consideradas aceptables para el confort térmico general, así como aquellas representativas de la incomodidad local.

PMV es un índice que estima el valor promedio de evaluación climática de un gran grupo de personas. El índice PPD, por otro lado, proporciona una estimación cuantitativa del número de personas que no estarán satisfechas con una determinada atmósfera ambiental.

Este estándar es aplicable a hombres y mujeres sanos expuestos a ambientes interiores donde se desea el confort térmico pero donde hay desviaciones moderadas del confort térmico en el diseño o evaluación de los ambientes. Este estándar se desarrolló específicamente para el entorno de trabajo, pero también se puede aplicar a otros tipos de medios.

En definitiva, la sensación térmica de una persona está relacionada con el equilibrio térmico de su cuerpo en su conjunto.

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