Todos los productores de miel solicitan análisis de miel a laboratorios avanzados para garantizar que sus productos sean de alta calidad y libres de aditivos. La miel cruda en su forma más pura es la mejor ya que proviene directamente de la colmena.

Contiene pocos aditivos naturales como polen y cera de abejas, y aunque contiene enzimas como diastasa e invertasa, estas generalmente se encuentran dentro de los rangos permisibles. Por tanto, esta miel no tiene riesgo de dañar a los consumidores.
Sin embargo, no es posible decir lo mismo de todas las mieles compradas en el mercado. El mercado de la miel procesada está inundado de aditivos como el jarabe de azúcar, que se utilizan para aumentar el volumen de la miel y darle un sabor artificialmente más dulce. Estos aditivos pueden mejorar la cantidad, el sabor y la presentación de la miel, pero ciertamente reducen su calidad.
Algunas pruebas que deben realizarse con la miel son las siguientes.
Se realizan análisis de miel para controlar la pureza del producto y garantizar que todos los ingredientes estén dentro de los límites permitidos. Como resultado de estos análisis, se asegura que el producto cumple con la normativa legal vigente y es seguro para el consumo.
En la actualidad, se realizan diversas pruebas de calidad y autenticidad de la miel bajo diferentes parámetros en laboratorios avanzados.
La miel que se vende en los mercados no es exactamente la misma que la obtenida de las colmenas. Al mezclar algunas sustancias con miel se diferencia el sabor, color, textura y volumen de la miel, en definitiva, se adultera la miel. Los aditivos más comunes utilizados en la miel son: jarabe de azúcar de caña, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, jarabe de azúcar invertido y jarabe de azúcar de maíz. Se realizan pruebas químicas de la miel para garantizar que todos estos ingredientes estén presentes en cantidades seguras para consumir.
En términos simples, cuanto más pura sea la miel, mejor. Se examinan tres cualidades para evaluar el grado de la miel en el entorno del laboratorio:
Los análisis de miel realizados en laboratorio incluyen principalmente las siguientes pruebas: humedad, gravedad específica, hidroximetil furfural, color, acidez, prueba de aditivos de miel, otras pruebas químicas para miel, residuos de medicamentos, residuos de plaguicidas y metales pesados.
El hidroximetil furfural es un intermedio que se produce durante la descomposición del azúcar en un ambiente ácido. En términos más simples, se produce debido al almacenamiento de alimentos azucarados a temperaturas inadecuadas y al tratamiento térmico aplicado durante su producción.
La cantidad de hidroximetil furfural en la miel se considera un criterio de calidad. El Comunicado de Miel del Codex Alimentario de Turquía permite hasta 40 mg / kg de hidroximetil furfural en la miel. La luz, la temperatura de almacenamiento y la humedad son factores que afectan la cantidad de hidroximetil furfural en la miel.
Nuestra empresa también brinda servicios de análisis de miel en el marco de estándares nacionales e internacionales, con su personal capacitado y experto y equipos tecnológicos avanzados, entre los numerosos estudios de prueba, medición, análisis y evaluación que brinda a empresas de diversos sectores.
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