Aunque se usan en pequeñas cantidades, muchos productos para el cuidado diario de la piel, como jabones, humectantes y limpiadores, contienen formaldehído. Este químico puede ser dañino e irritante para la piel. Los estudios muestran que incluso el uso a corto plazo en la piel normal causa dermatitis de contacto.

Muchos productos cosméticos contienen ingredientes dañinos que pueden dañar la piel, desencadenar reacciones alérgicas y causar otros problemas de salud. El uso de demasiados productos para el cuidado de la piel puede dañar la barrera de humedad de la piel. Cuantas más cosas entren en contacto con la piel, es más probable que altere el equilibrio del pH de la piel, lo que provocará pérdida de humedad e irritación.
Los humectantes, champús y desodorantes, aunque no están prohibidos, pueden contener sustancias tóxicas que no son deseables para la piel o el cabello. Los ingredientes para el cuidado de la piel que se deben evitar incluyen parabenos, ftalatos, formaldehído, fragancias y perfumes, aceite mineral, hidroxitolueno butilado (BHT), tintes de aluminio y alquitrán de hulla.
Por ejemplo, los parabenos se usan en muchos productos para el cuidado para prevenir el crecimiento de moho y bacterias y prolongar su vida útil. Los ftalatos se utilizan como agentes gelificantes en algunos champús y productos para el cuidado para ayudarlos a adherirse a la piel. El formaldehído se usa para ayudar a mantenerlos frescos al inhibir el crecimiento microbiológico. Las fragancias y los perfumes pueden contener una combinación de alérgenos, carcinógenos o irritantes. El aceite mineral es un emoliente oclusivo que forma una barrera en la superficie de la piel, atrapa la humedad y ayuda a que la piel se mantenga hidratada.
El hidroxitolueno butilado (BHT) se usa en productos humectantes y antitranspirantes, pero es un conservante sintético que afecta las hormonas, provoca reacciones alérgicas y altera los niveles de testosterona.
Las principales pruebas de productos para el cuidado de la piel realizadas dentro del alcance de las reglamentaciones legales pertinentes y los estándares internacionales son: prueba de estabilidad (prueba de estabilidad), prueba de desafío (prueba de eficacia conservante) y prueba de calidad microbiológica. Las pruebas de estabilidad se realizan para demostrar la estabilidad del producto en diversas condiciones hasta el final de su vida útil. Durante esta prueba, se evalúan las propiedades físicas del producto, sus propiedades químicas como valor de pH, viscosidad y color, y la compatibilidad del empaque.
Nuestra organización también brinda servicios de análisis de productos para el cuidado de la piel con su personal capacitado y experto y equipo tecnológico avanzado, entre los numerosos estudios de prueba, medición, análisis y evaluación que brinda a las empresas de diversos sectores.
Para obtener una cita, obtener información más detallada o solicitar una evaluación, puede solicitarnos que completemos nuestro formulario y lo contactemos.