Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son gases emitidos al aire por productos o actividades de fabricación. Algunos de ellos causan cáncer, algunos de ellos son dañinos por derecho propio. Además, algunos compuestos orgánicos volátiles pueden reaccionar con otros gases y formar otros contaminantes del aire después de permanecer en el aire.

Los compuestos orgánicos volátiles se pueden encontrar en el aire interior y exterior. Algunas de estas fuentes continúan produciendo COV cuando se almacenan o durante el transporte. Algunos de los compuestos orgánicos volátiles conocidos incluyen benceno, formaldehído y tolueno.
Contaminantes orgánicos volátiles peligrosos del aire (VOHAP) se refiere a cualquier compuesto que contiene carbono enumerado, excluyendo los carburos y carbonatos metálicos. Esta definición incluye compuestos orgánicos volátiles enumerados como contaminantes peligrosos del aire y compuestos exentos enumerados como contaminantes peligrosos del aire.
Las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) y contaminantes atmosféricos peligrosos (HAP) que se originan en la producción de petróleo y gas natural representan un riesgo para el futuro de la tierra. Las emisiones de VOC y HAP de las operaciones de producción aguas arriba son significativas debido a su impacto potencial en los niveles regionales de ozono y las poblaciones cercanas.
En los últimos años, ha aumentado la conciencia sobre los peligros de los contaminantes tóxicos del aire. Se han publicado muchas normas legales para controlar las sustancias tóxicas en el aire. Los contaminantes atmosféricos peligrosos causan cáncer, efectos en el desarrollo, trastornos reproductivos, trastornos neurológicos, mutaciones genéticas heredadas o efectos graves en la salud de los seres humanos.
La inhalación de compuestos orgánicos volátiles (COV) puede irritar los ojos, la nariz y la garganta, causar dificultad para respirar y náuseas, y dañar el sistema nervioso central y otros órganos.
Los contaminantes atmosféricos peligrosos, también conocidos como contaminantes atmosféricos tóxicos, causan cáncer u otros efectos graves para la salud o efectos ambientales adversos, como efectos reproductivos o defectos de nacimiento. Ejemplos de los principales contaminantes tóxicos del aire son: el benceno que se encuentra en la gasolina, el percloroetileno emitido por algunas plantas de limpieza en seco y el cloruro de metileno utilizado por varias industrias como solvente y removedor de pintura.
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